miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Cómo acabar con el mal?


Cómo acabar con el Mal: Programa from enmedio on Vimeo.

 Actualmente se puede decir que vivimos en una época de crisis, declive o desaceleración económica, ruina, etc... Como es lógico y totalmente favorable, surgen iniciativas y diversos tipos de "acción" como pueden ser las manifestaciones, vagas, protestas y los espacios culturales. Tras todos estos acontecimientos dan la cara millares de personas. Otros tantos millares se levantan de su comodidad y deciden "apuntarse", más o menos como quien se anima  a una escapada por el Pedraforca o a una ruta con paraditas donde obsequian el descanso con vino y butifarra. 


 Si echamos la vista casi un año atrás y observamos los avances obtenidos desde el famoso 15-M, posiblemente tengamos una sensación de mejora demasiado débil o casi bien nula.Personalmente, decidí no involucrarme más (presencialmente) en este tipo de protestas "lights" y consentidas. Cuando digo "lights" no quiero decir anti-violentas, es decir,no estoy a favor de la violencia pero si de la agresividad.Ni voto, ni asisto a manifestaciones, ni creo en las actuales huelgas, aborrezco los sindicatos casi tanto como la palabra "progreso" igual que a todo su elenco de traidores. Me he acostumbrado a desconfiar de las organizaciones no gubernamentales o si, de la prensa y la televisión, tampoco creo en la iglesia, ni en Cataluña, España, Europa, Asia u otro continente. 

 ¿Son necesarias este tipo de iniciativas?, creo que si, pero ¿son realmente eficientes...? Sinceramente, creo que con tartas y payasos (todos mis respetos a las tartas y a los payasos) no conseguiremos pagar ni menos hipotecas, ni menos metro, por no hablar de erradicar otro tipo de desigualdades más profundas. Todo esto debería estar siempre en activo, pero no lo veo como una "acción directa", sino como bien dicen, una agitación cultural y ya está (que repito, apoyo totalmente y en esencia es lo que hacemos desde este blog).

 Las huelgas generales se han transformado en una estrategia sindical que, ni come ni deja comer, un simple y vago recurso. Me gustaría saber cuantos "activistas" (tras doblar y recoger las pancartas eso si) renuncian a sus privilegios en pro de las ideas que gritan. 

 La mayoría de los jóvenes vivimos con el impuesto peso del "fracaso" a espaldas. Debemos centrarnos en conseguir un "buen" trabajo que nos dé de comer y en ahorrar lo suficiente para independizarnos. Una vez conseguido esto, formar una familia y a poder ser divorciarnos, doblando así los bienes y creando más riqueza para el Estado.Si todavía no has logrado nada, posiblemente estés en camino de ser un "fracasado". Las personas adultas están centradas en conservar lo que tienen. La gran parte piensa que pueden perder muchas mas "cosas" en lugar de ganarlas y es por eso que, normalmente adoptan una postura segura y con buenas vistas en la periferia del conflicto. 

 Por otro lado están las medidas que se adoptan para combatir al capitalismo, que extrañamente consisten en hacerles perder dinero. La única manera de abolirlo (con este método) seria dejarlo a 0, paradójicamente me produce una malévola risa pensar que es factible combatir al dinero con dinero. Ya veremos lo que sucede si algún día un grupo como Anonymous se pasa de la ralla...(desde aquí apoyamos la causa).

 Mi reflexión se resume rápidamente: Quien algo quiere algo le cuesta, es preciso sacrificarse por el bien ajeno y sus derechos, que esencialmente son los propios.También me gustaría hacer hincapié en la tecnología, uno más de los tentáculos del poder siempre al servicio de causas militares y estrategias manipuladoras, que a mi parecer nos aportan más desgracias que beneficios. Si evolucionar es esto, menudo chasco.

Jode Hazako

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